miércoles, 14 de julio de 2010

Los nuevos sospechosos en el crimen irresuelto de Luis Emilio Mitre











sociedad
El homicidio de Luis Mitre
Hay tres nuevos sospechosos en el crimen del hermano del director de ‘La Nación’
Dos ex parejas de Luis Emilio Mitre y un custodio del edificio donde vivía y fue asesinado están en la mira de los investigadores. Ya les tomaron muestras de sangre para compararlas con las que se hallaron en la escena del crimen. Llama la atención la misteriosa desa-parición del libro de novedades que utilizaban los guardias. Después de las quejas de una hermana de la víctima, la causa avanzó en las últimas semanas, mucho más que en todo un año.
Por Rodolfo Palacios

EN LA MIRA. El custodio Carlos Socorro (izquierda) es uno de los sospechosos. Ener estuvo detenido y aún sigue siendo investigado por el asesinato.
Un entregador le tendió una trampa: lo citó a una cena que nunca se concretó mientras los dos asesinos lo esperaban en su departamento para estrangularlo. En el hecho habría actuado otro cómplice que, además de hacer de-saparecer el libro de entradas del edificio de Recoleta, hizo de campana y les dejó la puerta abierta. Los investigadores del crimen de Luis Emilio Mitre creen con firmeza en esa hipótesis. Ahora, la mira está puesta en tres nuevos sospechosos, a quienes citaron para sacarles sangre. Los resultados serán cotejados con las muestras halladas en la escena del crimen, que corresponderían a las dos personas que la noche del 30 de diciembre, según se presume, atacaron a la víctima.

Mitre tenía 58 años y era uno de los accionistas de La Nación. Vivía solo en el octavo piso del edificio de Posadas 1454. El 2 de enero de 2006 fue encontrado muerto sobre la cama por su empleada doméstica. La autopsia determinó que fue estrangulado entre la noche del viernes 30 de diciembre y la madrugada del sábado 31.

En las dos últimas semanas, la causa avanzó más que en el primer año de investigación. Ahora es impulsada por el juez Carlos Pinto, a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 32, luego de que la hermana de Mitre, María Elisa, cuestionara a la fiscal Felisa Krasouski porque el caso “estaba estancado”.

Según dijeron a PERFIL fuentes que tienen acceso a la causa, los tres sospechosos citados por el juez Pinto son el custodio del edificio Carlos Alberto Socorro, y dos ex parejas de Mitre: Tomás Elías González y Maximiliano Gaspar García Galarce. Socorro y Galarce ya se sometieron a la extracción de sangre; González aún no lo hizo. Las muestras serán analizadas por un perito del Primer Centro Argentino de Inmunogenética (Pricai), que depende de la Fundación Favaloro.

En la escena del crimen hallaron el patrón genético de las manchas de sangre que había en la habitación. “Pertenecen a tres personas. Una es Mitre. Las otras dos serían de los asesinos”, le dijo a PERFIL una fuente de la investigación.

Ninguna de esas muestras pertenece a Gaspar Chiappetta, alias Ener, quien llegó a estar detenido por el crimen de su ex pareja. Eso no lo desvincula del caso: los investigadores sospechan que pudo haber actuado de entregador. “Es raro que haya aparecido pocos días antes del crimen. Y citó a Mitre a una cena que nunca se hizo”, agregó una fuente de la División Homicidios de la Policía Federal.

La noche del crimen, Mitre salió del edificio y fue a cenar solo a un restaurante de la Avenida Alem. Volvió poco después de las 23.

A la hora en que se cometió el homicidio, el custodio del edificio era Carlos Socorro, quien declaró que Mitre llegó antes de la medianoche y le dijo que el ascensor tardaba mucho. A los investigadores no le cierran tres cuestiones: que no haya visto entrar ni salir a los asesinos pese a que actuaron en su horario de trabajo; que haya desaparecido el libro de entradas y salidas del edificio y que no fuese preciso al informar el horario de llegada de Mitre.

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“Sin la ayuda de alguien del edificio, los asesinos no habrían actuado con tanta eficacia. Como la puerta no estaba forzada, Mitre les abrió o ellos tenían llaves y entraron para esperarlo”, dijo una fuente del caso.

A los otros dos sospechosos los involucraría una serie de llamadas que habrían hecho horas antes del crimen. “Maxi” había reaparecido en los últimos días en la vida de Mitre. En cuanto a Tomás González, hay otros indicios: horas después de que Mitre fuera asesinado, pero antes de que se conociera el hecho, invitó en forma sugestiva a Chiappetta a viajar hacia Entre Ríos (lo hicieron en remís), a Corrientes y luego hacia Paraguay. “Estaba nervioso, como si le hubiese pasado algo”, contó Chiappetta.

También se sospecha que el psiquiatra de Mitre, Rafael Groisman, sabe más de lo que declaró. “Hacía 20 años que Mitre era su paciente, pero contó poco. Además tenía una copia de las llaves del departamento”, contó una fuente. También se profundizará sobre el supuesto testamento que la víctima pensaba redactar.

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