Maradona finalmente salió de su encierro en Ezeiza (pasó una especie de duelo recluido en su casaquinta) para ver la final del Mundial: fue a la casa de Daniel Scioli para lamentarse frente a la TV del triunfo y la alegría de otros. En la intimidad de un almuerzo familiar, sopa de verduras, pastas, asado al horno, el gobernador le pidió al técnico de la Selección lo que el matrimonio presidencial y su jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, intentan pedirle personalmente, en vano, hace varios días: que siga siendo el DT del equipo nacional. Aún no trascendió la respuesta de Maradona, pero no habría sido un “no”.
Si alguien pudiese preguntarle, el gobernador bonaerense diría que el pedido a Maradona fue a título personal y que no obedece a ninguna estrategia política que provenga de la Quinta de Olivos. Conoce al ahora técnico hace años, una relación que se profundizó en los último tiempo. Scioli fue el único dirigente que visitó la concentración de la Selección en Ezeiza antes de que el equipo argentino viajara al Mundial. A eso se agrega un factor más humano: Pedro, el hijo del médico de Maradona, Alfredo Cahe, mantiene una amistad con Lorena Scioli, hija del gobernador. Los tres -los Cahe y Scioli hija- también compartieron con Maradona y el gobernador el almuerzo dominical y el partido que España le ganó a Holanda. Estuvieron la primera dama bonaerense, Karina Rabolini, quien habló mucho con la novia de Maradona, Verónica Ojeda. Todo pasó en la casa que los Scioli tienen a orillas del Delta.
En un living con motivos en madera y ventanas a la vegetación isleña, Scioli no solo le pidió a Maradona que siga en la Selección, sino que lo alentó mostrándole sus planes para la Copa América que se jugará en el país el año próximo. El gobernador apuesta a que el estadio único de La Plata sea terminado antes de diciembre para que ahí se juegue el partido inaugural del torneo donde Messi buscará su revancha internacional. El estadio ya está siendo techado, el único con esa cualidad en toda sudamérica, a lo que suma una novedad en el césped: en las partes exteriores a los límites reglamentarios de la cancha, será sintético. Scioli le mostró a Maradona planos y fotos de la obra en su computadora personal.
Más allá de que Scioli haya funcionado o no como interlocutor entre Maradona y el Gobierno, algo que él insiste en negar, lo cierto es que los Kirchner quieren que el DT siga en su cargo a pesar de su desazón personal y de cierta parte de la hinchada nacional por la derrota en cuartos de final. La idea de la Casa Rosada es capitalizar por el máximo tiempo posible un clima de patriotismo que según los funcionarios empezó con los desfiles del Bicentenario. Un triunfo de Maradona en la Copa América, de local, es el plan perfecto K para remontar el año electoral.
Ayer, Aníbal Fernández volvió a decir que quiere que Maradona se quede, y reveló que quiso decírselo pero que éste aún no lo atendió. Hacía dos días que Scioli ya se lo había pedido, en medio de un almuerzo y de una fumata conjunta de habanos Cohiba.
Si alguien pudiese preguntarle, el gobernador bonaerense diría que el pedido a Maradona fue a título personal y que no obedece a ninguna estrategia política que provenga de la Quinta de Olivos. Conoce al ahora técnico hace años, una relación que se profundizó en los último tiempo. Scioli fue el único dirigente que visitó la concentración de la Selección en Ezeiza antes de que el equipo argentino viajara al Mundial. A eso se agrega un factor más humano: Pedro, el hijo del médico de Maradona, Alfredo Cahe, mantiene una amistad con Lorena Scioli, hija del gobernador. Los tres -los Cahe y Scioli hija- también compartieron con Maradona y el gobernador el almuerzo dominical y el partido que España le ganó a Holanda. Estuvieron la primera dama bonaerense, Karina Rabolini, quien habló mucho con la novia de Maradona, Verónica Ojeda. Todo pasó en la casa que los Scioli tienen a orillas del Delta.
En un living con motivos en madera y ventanas a la vegetación isleña, Scioli no solo le pidió a Maradona que siga en la Selección, sino que lo alentó mostrándole sus planes para la Copa América que se jugará en el país el año próximo. El gobernador apuesta a que el estadio único de La Plata sea terminado antes de diciembre para que ahí se juegue el partido inaugural del torneo donde Messi buscará su revancha internacional. El estadio ya está siendo techado, el único con esa cualidad en toda sudamérica, a lo que suma una novedad en el césped: en las partes exteriores a los límites reglamentarios de la cancha, será sintético. Scioli le mostró a Maradona planos y fotos de la obra en su computadora personal.
Más allá de que Scioli haya funcionado o no como interlocutor entre Maradona y el Gobierno, algo que él insiste en negar, lo cierto es que los Kirchner quieren que el DT siga en su cargo a pesar de su desazón personal y de cierta parte de la hinchada nacional por la derrota en cuartos de final. La idea de la Casa Rosada es capitalizar por el máximo tiempo posible un clima de patriotismo que según los funcionarios empezó con los desfiles del Bicentenario. Un triunfo de Maradona en la Copa América, de local, es el plan perfecto K para remontar el año electoral.
Ayer, Aníbal Fernández volvió a decir que quiere que Maradona se quede, y reveló que quiso decírselo pero que éste aún no lo atendió. Hacía dos días que Scioli ya se lo había pedido, en medio de un almuerzo y de una fumata conjunta de habanos Cohiba.
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