martes, 13 de julio de 2010

No hubo acuerdo con China por la soja

PEKIN.- Se trataron cálidamente. Ella se disculpó por haber cancelado el viaje que debió realizar hace cinco meses, y él la consideró una "gran amiga". Pero no alcanzó. Cristina Kirchner y el presidente chino, Hu Jintao, se reunieron ayer durante una hora y, ante la falta de una solución a las diferencias comerciales, matizaron los pocos avances con la creación de una comisión conjunta que se encargará de reordenar la relación bilateral.

Sonaba el rasguido doble de "El rancho e´ la Cambicha", interpretado a la perfección por la banda de la guardia de honor china en el Gran Palacio del Pueblo, el mismo que Mao mandó a construir en apenas diez meses en 1959 para celebrar los 10 años de su revolución. Pero la música no bastó para armonizar.

Ante la falta de una solución al principal conflicto que debió enfrentar aquí por el cierre de las compras de aceite de soja por parte del gobierno comunista, la Presidenta debió ordenar al secretario de Industria, Eduardo Bianchi, que permaneciera en esta ciudad para mantener una serie de reuniones a partir de mañana, mientras la comitiva oficial ya esté en la escala por Shanghai antes de volver a Buenos Aires.

La apuesta de máxima con la que llegó el domingo Cristina Kirchner era anunciar que China volviera a comprar aceite de soja. Tampoco Hu se llevó la garantía de que la Presidenta no restringirá el ingreso de productos chinos a la Argentina, que fue una de las quejas que había dejado trascender cuando trabó el aceite. La diplomacia presidencial no fue suficiente.

"Se va a conformar una comisión y por eso se va a quedar Bianchi, para abordar los problemas", anunció Cristina Kirchner, que repitió ayer un contacto con los periodistas argentinos, pero sólo respondió tres preguntas, dijo que estaba cansada y se fue. A su lado, el canciller Héctor Timerman amplió: "La comisión va a resolver todos los inconvenientes que han impedido hasta ahora que la Argentina exporte a China".

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